miércoles, septiembre 16, 2015

Quincuagesimosexto Cómputo

Todavía hace frío, un vasito de chicha no estaría mal. Como para pasar las penas también. Para juntarnos en un nuevo lugar y hora. Un nuevo mundo personal. Para ti y para mí. Y para este vaso roto con grumos en el borde. Y ese olor dulzón. Tal vez me quede dormido, junto a ti. No quiero recordar que estoy solo.


"Invierno"

Quiero decirte algo hoy, a veces.
Que el invierno ya no es invierno. Ya no es estación sino circunstancia.
A ver si nuestros bailes nocturnos dejan de ser pieles sudorosas y nacaradas
moviéndose al compás de Marvin Gaye o Barry White.
Y en la excepción de mirarnos a los ojos,
la vista se nos vaya nuevamente hacia el cielo, a respirar
las estrellas y descansar poco a poco en códigos escritos en otros tiempos.

El invierno ya no es invierno.
Tus lágrimas son la única lluvia que manchará mi ventana.
Y tu sudor.
Y el mío. Ese es el juego.
Ir y venir por el tiempo, como vapor de agua
con problemas de existencialismo tardío,
cuando se ve en la encrucijada de volverse hielo o lágrima.
Como un mal chiste de festival.

El invierno ya no es invierno y no hay otoños ni primaveras.
Buscaremos un espacio en un lugar escondido del mundo
para volver a sentir el paso del tiempo en las mejillas.
Y ver tus pecas moradas de frío.
Y negros de soledad tus ojos azules.

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