miércoles, marzo 17, 2010

Vigesimonoveno Cómputo

A Carlos, Mireya, Eliana, Claudia, Lorena, Pablo. A Julio y Mariana. En el cielo, con diamantes.


"La Ciudad"

Quise buscarme, y tratando de encontrarme di conmigo en un país extraño,
donde las personas pronuncian bien las “s”
y tienen la mala costumbre de sonreirte en la calle.

Pero cuando quise volver era otro mi mundo y mi ciudad era otra.
Mi familia también era otra.
Mi padre ya no era mi padre.
Mi madre ya no era mi madre.
Mis hermanas ya no eran mis hermanas.
Ahora donde veía encontraba el rostro seco y melancólico de la verdad
y el sufrimiento.
Ahora Juan era mi padre.
Ahora Camila era mi madre.
Y mis hermanos tenían otros nombres,
que el viento escribía en el aire y escupía en el mar.
Y apareció gente nueva.
Y aparecieron los que estaban desaparecidos,
trayendo dulzura desde donde sólo nacen lágrimas.

Mi ciudad era otra. Su reina ya no está, se ha ido.
Pero volverá, dicen mis hermanos.
La ciudad volverá a ser construida, dijeron los calculistas.
La ciudad saldrá adelante con unión, dijeron los políticos.
La ciudad renacerá como un ave fénix, dijeron los poetas.
Sólo hacen falta las herramientas, dijeron los arquitectos.
Sólo hace falta la fe, dijeron los místicos.
Sólo hace falta amor, dijeron los transeúntes.

Pero la ciudad no volverá a ser la misma.
Los edificios antes recorridos tendrán otro nombre,
y serán otros los que los recorran.
Todo tendrá un sabor distinto.
Y aquello que alguna vez conocí como hogar
ahora me recibirá con indiferencia y en mí sólo hallará melancolía.