miércoles, octubre 24, 2007

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Todas las voces de la muerte; un solo mensaje. Pom-Bum-Clap-Snap-Toc-Bleep-Rock, los sonidos se van haciendo latentes al compás de las insignificantes vidas de quienes no saben lo que realmente significa la vida. Y si laten los corazones, y si late el corazón de la muerte, ¿cuál será el sonido?, ¿cuáles serán las palabras, los gemidos?. Cuál será mi nombre una vez que la muerte haya llegado para ponerme el alma de rodillas y dejar caer la guillotina y su sórdida sentencia.


"Rien, l'amour et le silence"

Hoy no me toca muerte, padre, no me toca muerte,
eso de creer, eso de esperar, eso de soñar,
no es para mí, yo sólo veo la nada,
la siento,
puedo tocarla,
puedo gatillar mi dedo índice entre sus curvas y besarla,
decirle al oído nada,
yo sé que no me responderá nada;
camina tranquilo hacia la nada, ¿ves?, no hay nada;

hoy no me toca muerte, hermano, no me toca muerte,
sí canciones, sí diluvios, sí conversaciones
que expanden mis sentidos hacia una vida por la que estoy dispuesto a morir,
sabiamente, como diría el abuelo,
pulcramente, como diría el vecino,
artificialmente, como diría el hombre aquel que protesta
lanzando su vida a las calles
donde llueven las piedras y las balas;

hoy no me toca muerte, silencio, no me toca muerte,
no me toca,
no me toca, sí me toca,
no me toca,
me toca vida, me tocan los puercos,
me tocan los días de melancolía eterna,
esos días, esos días me tocan,
como las huestes
y los carnavales bipolares que desfilan por mis sueños,
esos sí me tocan,
no me tocan, no me tocan,
pero me toca vivir,
realmente me toca,
siempre llego antes, loca manía mía;

hoy no me toca muerte, poeta, no me toca,
hoy no necesito tus versos,
no necesito comprarme tus libros y creerme un intelectual con cerebro,
sé que no tengo cerebro,
sé que esto es un sueño,
sé que despertaré algún día,
convertido en mazapán o una vasija de arcilla,
tal vez en libélula,
pero no me creo el cuento, no creo tener tanta suerte,
hoy no me tocan más que palabras que salen de mi boca en dirección a sus besos;

hoy no me toca muerte, mis dioses, no me toca muerte,
por eso les rezo,
a ti, ebrio dormido en las plazas centrales de mi país los domingos por la mañana,
a ti, enfermo terminal que sólo vives para recordar aquello que no viviste,
a ti, fantasma,
a ti, actor aficionado a leer ensayos de psicosociología,
a ti, cuadrúpedo mental que no evolucionas porque tienes algo llamado razón,
a ti, último de mis amores, razón de la nada,
razón de la muerte,
razón del olvido,
te pudriste en tu cabellera maldita y no dejaste escapar la luz,
te comiste mis disculpas, vomitaste mi odio,
ahora quiero verte arrodillada frente a mí
diciéndome que hoy te tocará la muerte, si yo no lo permito,
si yo todavía te amo,
incrédula,
te amo,
hoy te toca muerte.