domingo, junio 05, 2011

Cuadragesimosexto Cómputo

El Cómputo hacia la vida que se acaba y la otra vida que no quiere comenzar. La diferencia es pequeña, pero decidora.


"El nombre no tiene nombre"

Mis pies son para patear puertas y convertir a cristianos en moros.
Soy un cristo milagroso que transforma el pensamiento en palabra,
la palabra en papel,
el papel en cogollo.
Vine al mundo a darle forma de gaviota, a darle vuelo y consistencia.
Mientras camino por la tierra voy sembrando esperanza en la hormiga,
en el cuervo y el vagabundo. Lamo la piel de los que me rodean.
Mi deporte es descubrir las imperfecciones del mundo
para enterarme de que son simplemente bellas.
Las balas pasan por mi cuerpo dejando cicatrices en iglesias, mezquitas y sinagogas.
Yo profeticé la muerte de dios dos mil años antes de su muerte
y les enseñé a los filósofos el pronombre tú.
Soy un verbo gerundio, voy comiendo, caminando, pensando, transcribiendo,
aniquilando, sopesando, reviviendo, lamentando, iluminando y comprendiendo.
Si la humanidad no vuelve sobre sus pasos
la haré volver con gritos y pornografía, con sermones y perros.
Tengo la respuesta a todas las preguntas y ya escribí el verso final del último poema del mundo.
Antes de mi muerte tomaré una lata de atún y la multiplicaré,
tomaré un pan de molde y lo multiplicaré:
le daré de comer a los gatos que viven bajo mi cama,
diré una última palabra gloriosa
y mi epitafio se escribirá con la sangre de aquellos que se atrevan a tocar mi cadáver.