viernes, abril 01, 2011

Cuadragesimoprimer Cómputo

La luna llena roja oculta la sangre de los enamorados, juglares y poetas que en algún momento de su vida le imploraron al satélite un beso, un aplauso, un segundo de inspiración. Su luz es el reflejo de los ojos de las mujeres amadas. El color es un homenaje a aquellos que murieron de amor.

Para María, devota de esa luna roja.


Si clavas tu mirada en mí como un puñal ensangrentado;
si juegas como mariposa con los rayos de luz que chocan con tu pelo;
si vuelves a mí con el corazón en la mano y con la decisión en el estómago;
si la ironía aflora en tu boca como una rosa y la rosa la cantas en el poema;
si el poema es la espina y no la rosa;
si me dices todo aquello que no quiero, que no necesito escuchar;
si buscas en otros lo que no encuentras en mí;
si apareces y desapareces de mi vida como escapando de la luna llena;
si me paso la vida buscándote y nunca te encuentro;
¿cómo no vas a ser perfecta, soledad?

No hay comentarios.: