sábado, enero 28, 2012

Quincuagesimoprimer Cómputo

El círculo da la vuelta y al terminar la vuelve a dar. (K. Johansen)


El panadero estaba de acuerdo. El sacerdote estaba de acuerdo. Todos, en el bar, estaban de acuerdo. No era la opinión fortuita de la vejez reprochando la jovialidad juvenil. No, había más que eso. Poner de acuerdo al señor Corvalán y al señor Guzmán era una hazaña casi improbable, pero ese día, en ese lugar, frente a esas personas y sobre ese tema estaban en completa armonía. La pesadumbre en el ambiente era sólo el colorete mal puesto en la mejilla social de tan plural grupo. El sastre Fernández gruñía malhumorado, "algo hay que hacer", repetía constantemente. El sacerdote fue más realista. "Nada podemos hacer, es el destino. Si tan trágica suerte le depara a esos jóvenes es casi un juego de Eros o Cupido. Mira que venirse a enamorar llamándose Romeo y Julieta".

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