jueves, diciembre 23, 2010

Trigesimosexto Cómputo

En un cuarto con luz en crepúsculo hay dos hombres sentados frente a frente. Uno de ellos usa una gabardina negra larga y un sombrero de ala negro, está pulcramente afeitado; su nombre es X. El otro hombre usa ropa vieja y gastada, luce una barba de muchos días; su nombre es Y. En la mesa sólo hay un cenicero.


"El inmortal"

X - ¿Sabes por qué estás acá?

(X toma un cigarro y lo prende con un fósforo. Fuma.)

Y - Lo sé.

X - Sabes que no podemos permitirlo, ¿lo sabes, no?

Y - Lo sé.

X - Dime una cosa, cuando quisiste hacerlo...

Y - (Interrumpiendo) No quise hacerlo. Debía.

X - Bueno, pero cuando hiciste lo que hiciste, ¿qué pensaste?

(X apaga el cigarro en el cenicero.)

Y - Creí que podría terminarlo.

X - (Enojado) No seas idiota. No podías terminarlo haciendo eso. Creo que hay otra motivación en ese acto.

Y - ¿Qué motivación?

X - Simple, amigo mío. Creo que intentabas provocarlos. A los otros. Motivarlos a hacer lo mismo.

Y - No soy tu amigo.

X - Tienes razón, me disculpo por eso. Pero, ¿es correcta mi teoría?

(X enciende otro cigarro. Fuma.)

Y - No.

X - ¿Entiendes que si no cooperas pueden darte cadena perpetua?

Y - Lo entiendo.

X - Entonces dímelo, ¿por qué lo hiciste? ¿por qué a plena luz del día, con tantas personas capaces de reconocerte mirando?

Y - Experimento social.

X - Explícate.

Y - Quería ver la reacción de la gente. Quería ver la reacción de los paramédicos. Quería ver la reacción del maldito gobierno y del imbécil presidente. Quería ver tu reacción.

X -¿Es eso cierto? ¿Somos tu pequeño juguete? Idiota. Te secarás en la cárcel por hacerlo. Literalmente.

Y - Lo sé. Fue lo primero que pensé. Y a pesar de reflexionarlo mucho tiempo siempre llegué a la misma conclusión; debía hacerlo.

(X apaga el cigarro en el cenicero)

X - Pues debiste pensarlo unos cuantos años. ¿Estás listo?

Y - Estoy listo.

X - Llévenselo.

(Dos hombres uniformados entran y se llevan a Y.)

Fin.

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