En el proceso de recolección de una rosa es necesario tomar en cuenta la siguientes recomendaciones. Si sientes que no la merece, aún así consíguela. No la elijas pensando en ella, tus verdaderos pensamientos pueden quedar al descubierto. Ve directo hacia ella, sin distracciones que impliquen alcohol, droga o senos más grandes. No sonrías, esa cara de idiota mata cualquier sentimiento pasional. Sólo entrégala y ya. Si las ropas empiezan a caer, eso es parte de otro proceso.
No lo hagas sublime, hazlo carnal,
todo cuerpo, todo lujuria, quiero morder tu pierna
mientras tú besas la mía. Que no haya mariposas arcoiris
rondando tu piel, que no haya rayos de luz
acariciando tu cuerpo;
tu piel es sólo mía,
tu cuerpo me pertenece.
No lo hagas sentimental, lírico o semántico,
prosaico o vernáculo,
hazlo todo corporal, animal, que el sudor de tu cuerpo
sea el único verso que nos mantenga unidos.
No quiero amapolas, no quiero sentimientos de soledad
si tú no estás, no quiero
noches frías mirando la luna y deseando sentir tu cabeza en mi hombro.
Quiero tu cuerpo desnudo frente al mío,
dejándome ver cada centímetro de tu piel
que no esté siendo aprisionado por mis manos o mis labios.
No lo hagas sublime, hazlo erótico, sexual,
que la palabra amor no se pronuncie, que se haga materia,
que se haga baile horizontal. Hoy tus senos
serán la copa donde beberé la vida,
hoy tu entrepierna será el sitio donde descansarán mi alma y mi piel,
hoy sólo quiero de ti gemidos y orgasmos y nada más.
Quítate la ropa y entrégate.
Hoy no necesito poesía, mi única poesía serás tú.
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